“Cuando abrimos la escuela de taekwon do, lo hicimos con un fin social, porque el barrio estaba muy venido abajo y había que rescatar a los jóvenes de la calle”, sostuvo el entrenador Javier Fernández, director de Sol de Oro de Ezeiza, que preparará a nueve atletas para competir en el Panamericano de Canadá y en el Abierto de Corea del Sur ITF a realizarse durante julio.
Fernández se puso la camiseta del compromiso cuando se mudó hace 16 años a este barrio en Ezeiza y vio que había algunas necesidades que enmarcaban lo social: “Si bien no había miseria, sí había muy bajos recursos y los chicos no tenían un rumbo en lo deportivo y estaban mucho tiempo en la calle, entonces sentimos que teníamos que hacer algo para integrarlos al deporte. Hoy la escuela tiene 200 alumnos del barrio y más de 1200 en la ciudad formados por 15 profesores que salieron de Sol de Oro”.
Para julio se vienen dos torneos internacionales de alta envergadura y allí estarán nueve representantes de Ezeiza: “Aquiles Zapata, Camila Díaz, Ayelén Labin, David Bogarin, Logan Bogarin, Hernán Ciurcina, Franco Fernández, Joana Ayala son los que ya están confirmados y yo competiré porque así lo pidieron mis alumnos. Se hacen muchos esfuerzos porque los chicos son humildes y el presupuesto de los viajes es grande”, detalló el entrenador.
Escuela de campeones
Junto al importante rol social que la entidad cumple en el barrio, se destacan además varios logros de los alumnos. En este sentido, David Bogarin fue campeón mundial en Roma en 2014, mientras que Joana Ayala y Franco Fernández se coronaron en Inglaterra el año pasado, representando a la Selección Argentina de Taekwon do.
Sol de Oro compite en todos los torneos a nivel provincial y nacional fiscalizados por la Asociación Argentina de Taekwon do y pese a la adversidad económica, le hacen frente a la crisis como pueden: “Al no recibir apoyo de sponsors o entidades políticas, nos autogestionamos. Si algún chico no puede pagar la cuota, se las ingenia para que no nos falte nada, o limpia el club, o ayuda con alimentos. Todo suma e intentamos mejorar la calidad deportiva y social del barrio y es condición que para competir los chicos tengan todo aprobado en el colegio y no tengan deserción escolar”.